La
vida no es fácil, no es una novedad, no hay nadie que no haya tenido
obstáculos en su vida. A veces te pueden tocar ciertos retos, pero de
seguro ninguno de ellos se te pone al frente al menos que los puedas
superar, al fin y al cabo, vida solamente hay una y hay que disfrutar,
aunque suene súper cliché.
Esta
mujer se llama Sophie Joyce, vive en el Reino Unido y tiene 22 años. Su
hija posee una enfermedad llamada el Síndrome de Treacher-Collins, el
cual es causado por la mutación de algunos genes, afectando la formación
de la estructura ósea, la mandíbula, cráneo y de los pómulos, así como
la de las orejas y del paladar, al mismo tiempo que altera el sistema
respiratorio.
SOPHIE JOYCE
afirma que el mensaje que le quiere enseñar a su hija es que ella no
está para nada avergonzada de tenerla, que en estos momentos puede que
su hija no esté consciente de su aspecto, pero cuando comience a crecer
no dudará en inculcarle el mensaje de que ella es bella por dentro y por
fuera, a la vez que le enseña que es peor tener una personalidad pésima
a desfiguraciones faciales.
Aquí te dejamos unas fotografías de Sophie y su hija.
La pequeña Poppy.
Actualmente
hay instituciones encargadas especialmente en realizar operaciones a
los que padecen de dicho síndrome, representando una esperanza para
deshacerse de las desfiguraciones. Pero el mensaje de vida de Sophie
para su hija demuestra que la superficialidad es un veneno en la
sociedad y que tenemos que aprender a ver el mundo y personas por su
esencia, por la belleza de la simple existencia.
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