Mira estas razones por las cuales no deberías casarte....

• El amor es la piedra angular de toda la felicidad y el gozo de la vida. Todos lo anhelamos y por eso valoramos cuando tenemos la alegría de tenerlo. Como contraparte, sentirse poco querido o amado puede llegar a darnos mucha tristeza, depresión, ansiedad e irritabilidad. Por eso, establecer el amor como el fundamento de tu matrimonio te dará una vida llena de paz y bendiciones. La persona que elijas para casarte tendrá un papel clave en tu felicidad futura. Si estás dudando de dar el gran paso, aquí te damos 5 razones por las cuales no deberías casarte:

• 1. Si recién se conocen

  Si conoces a alguien y sientes mariposas en tu estómago, disfruta de esa bella etapa pero trata de no tomar decisiones apresuradas. Casi siempre, el comienzo de una relación está lleno de mucha química pero poca claridad mental. Si te casas en ese estado de amor adolescente, pronto descubrirás que esa química que hacía que fuesen inseparables, habrá desaparecido demasiado rápido. Recién cuando comiencen a conocerse el uno al otro, podrás ver las cosas con mayor claridad y tomar la decisión correcta.

• 2. Si sientes que eres muy joven o muy viejo para casarte

  Según el país o región donde vivas, habrá diferentes conceptos y leyes acerca de la edad adecuada para casarse. Más allá de esto, el matrimonio no está reservado solo a las parejas que entran en cierto rango de edad. Si estás esperando la edad perfecta para casarte, te perderás compartir la vida con un maravilloso ser humano que te ayudará a llenar tus días de gozo y felicidad. Por eso, si eres un adulto responsable, nunca serás muy joven ni muy viejo para casarte.
  
  

• 3. Si tu relación de pareja se basa en el físico

  Basar una relación de pareja solo en la atracción física trae grandes piedras en el camino de tu felicidad. Los hombres pueden engordar, las mujeres tener hijos. Lo cierto es que todos envejecemos y nuestros cuerpos van cambiando. Por eso debes pensarlo bien antes de tomar la decisión de casarte: ¿Puedes imaginar vivir con la otra persona, si no tuvieses sexo con ella? ¿Seguirías locamente enamorado de tu pareja cuando te pases el día aliviando los dolores de su artritis, cambiando pañales de adulto y tratando de no quebrarte la cadera? Comer de manera saludable y estar delgado ayuda a mantener una buena apariencia por un tiempo, pero no bases toda tu relación en esos aspectos porque tu matrimonio no sobrevivirá ni siquiera a las primeras arrugas.

• 4. Si no tienes una carrera

  La más grande e influyente carrera que puedes tener, es ser esposo y padre. Eres el jefe de tu propio hogar. Si decides esperar hasta tener el trabajo perfecto para casarte, quizás tu espera se haga eterna. Quizás tengas que aprender a lidiar con un trabajo que odies hasta que puedas encontrar algo que traiga bienestar a tu vida. Si te preocupas demasiado en tener la carrera perfecta antes de casarte, es muy posible que la mayor carrera de tu vida pase de largo.

• 5. Dudas pero, como ya estás comprometido, sigues adelante

  Elegir a la persona para casarte es una de las decisiones más importantes que harás en toda tu vida. Tu felicidad y la de otros dependen del éxito en esa decisión. Que ya hayas enviado las invitaciones no significa que tengas que seguir adelante con el casamiento si no estás seguro. Las personas, en lugar de juzgarte con dureza, quizás piensen: “Lo bueno es que se dio cuenta antes de dar el gran paso”. A menos de que estés seguro de que tu decisión es la correcta, piénsalo bien. Cásate con alguien que sea tu confidente, alguien a quien puedas amar en las buenas y en las malas.
  Elegir a la pareja correcta es una decisión que tendrá consecuencias de por vida. No te cases solo por el hecho de llevar un anillo. Se sabio y prudente al tomar esta decisión. Ver las señales de alerta toma un poco de tiempo, por eso asegúrate de conocer bien a tu futuro cónyuge. La química de los primeros meses desaparecerá pero, si trabajas duramente en ello, aprenderás a volver a enamorarte de tu pareja y volver a sentir ese amor como si fuese el primer día.
  La felicidad conyugal es algo en lo que debemos trabajar siempre. La verdadera felicidad en el matrimonio lleva tiempo y será mucho más sencillo afrontar los retos cotidianos si empiezas con el pie derecho y eliges a la persona correcta.
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