Un estudio acaba de revelar que los hombres más infieles son aquellos
conocidos como mantenidos. Otro estudio reveló que las mujeres
proveedoras, esposas de los mantenidos, se sienten menos satisfechas con
su vida.
Ambos resultados nos hacen pensar que aquellas mujeres que sostienen a
su familia tienen más motivos para preocuparse ya que, el estudio
reveló que entre el 20 y el 25% de los hombres casados y entre el 10 y
el 15% de las mujeres casadas se han involucrado en una relación
extramarital cuando sus parejas los mantienen o los procuran
económicamente.
El estudio publicado en la American Sociological Review, analizó el
hecho de que los hombres que dependen al 100% de sus esposas son tres
veces más infieles que las mujeres en la misma situación.
Según los investigadores, esta situación se da porque sienten
amenazada su masculinidad, por lo que necesitan comprobarse que pueden
ser atractivos y ligar más mujeres aparentemente en un acto
subconsciente.
Para llegar a los resultados, el estudio analizó a más de 2.750
personas casadas de entre 18 y 32 años. Hay mucha información que indica
que estas mujeres saben que están rompiendo las normas sociales, a
veces se sienten culpables y hacen lo que pueden para apuntalar la
masculinidad de sus esposos: hacen más tareas del hogar aunque sean las
que trabajan de tiempo completo, por lo que el marido se siente
amenazado porque no hace absolutamente nada
La razón por la que las proveedoras no son infieles es la siguiente:
hará lo posible por mantener intacta una relación posiblemente afectada y
no serían infieles porque eso amenazaría la relación, agregó. Además,
las proveedoras tienen menos tiempo para ser infieles. Si trabajas
tiempo completo y luego haces labores del hogar para que tu esposo amo
de casa no se sienta amenazado, ¿a qué hora podrías tener un romance?
Esta situación evidentemente no afecta a los hombres que son
proveedores principales de su familia, cuyas esposas dependen
económicamente de ellos al 100% tienen alrededor del 4% de
probabilidades de ser infieles: es mayor que el riesgo de que una mujer
proveedora sea infiel, pero drásticamente menor que la probabilidad del
15% de que lo sea un hombre que depende económicamente al 100% de su
esposa.
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