Hay que ser realmente raro para querer darle un beso a una víbora,
existen personas que nunca en la vida se acercarían a un reptil por nada
en el mundo, mientras que otras los adoran, en este caso el amor llegó
un poquito lejos y la víbora le mostró una vez más al humano quien es el
que verdaderamente manda. Antes de querer poner sus labios sobre los de
una víbora recuerden este caso y no querrán hacerlo entonces.
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