Esta historia ha estado dando vueltas en Internet y no se sabe a
ciencia cierta si es real o no, pero la verdad es que me pareció
excelente. Un hombre estaba bastante seguro de que su esposa lo
engañaba así que planeó una forma de terminar el matrimonio de la mejor
forma posible. Así manejó la situación:
Tenía el
presentimiento de que mi esposa me estaba engañando ya que estaba dando
muchas señales. Constantemente se reía y sonreía cuando mandaba mensajes
de texto y decía que era su madre cuando yo preguntaba. Siempre se
quedaba hasta tarde trabajando. Cuando llamaba a sus compañeros de
trabajo, me decían que se había ido hace horas. Y cuando le pedía
explicaciones, ella se reía y decía que era una broma del trabajo, que
lo hacían todo el tiempo…
La gota que rebalsó el vaso fue
cuando fue “a comprar leche” a las 11:30 de la noche y no volvió hasta
las 2 de la madrugada. Es por eso que quise compartir unas palabras de
sabiduría. Para esa persona que se dio cuenta de que su querida pareja
la estaba engañando: contrata un detective privado. Son buenos en lo que
hacen y te darán evidencia que te ayudará bastante en el futuro
divorcio.
Después de meses, esperé hasta su cumpleaños.
¿Por qué diablos esperé meses para enfrentar el problema y lo hice en su
cumpleaños? La respuesta a la primera pregunta es que quería juntar la
mayor cantidad de evidencia para entregarle a mi abogado, y también para
hacer los arreglos para buscar un nuevo lugar para vivir, etc. La
respuesta a la segunda pregunta es porque la idea de hacerlo en su
cumpleaños me resultaba perfecta. Ella fue muy insistente: no quería que
le celebraran su cumpleaños. Me dijo que me fuera de la ciudad con
amigos, que ella tenía que trabajar, que no quería que le recordaran que
estaba envejeciendo.
Yo
sabía que estaba planeando algo y cuando encontré una botella de
champaña y dos copas escondidas en mi clóset algo en mí hizo click.
Así que hice lo que cualquier hombre sensible habría hecho. Me fui a la
casa de un amigo pretendiendo que me iba de la ciudad. Mientras estaba
ahí llamé a la madre, al padre, la hermana y amigos suyos. Les dije que
quería que fuera una sorpresa y que teníamos que entrar en nuestro
cuarto con muchos artículos de fiesta como serpentinas y una gran torta
con velas.
¿Suena divertido cierto? Sí, lo fue.
Hice
que todos nos juntáramos fuera de mi departamento. Las ocho personas
nos subimos al ascensor. Su madre llevaba el pastel y yo recuerdo haber
estado lo más tranquilo posible. Puse la llave, abrí la puerta y
entramos despacio sin hacer mucho ruido hacia el dormitorio. Todos
listos para festejar, su madre con una sonrisa de oreja a oreja… Y justo
cuando abrí la puerta, todos gritamos: ¡SORPRESA!
Pero la sorpresa fue para nosotros.
Ahí
estaba mi esposa, desnuda con su amante, mirándonos con los ojos bien
abiertos. La madre dejó caer el pastel, su hermana chilló y su padre
comenzó a gritar. Yo pretendí estar horrorizado y sus amigos trataron de
calmar la situación sacando a todos de la habitación y gritándole a
ella. Mi esposa, perdón, mi ex-esposa, sollozaba y gritaba que cómo yo
había podido hacerle eso, mientras el amante desesperado trataba de
ponerse los pantalones para salir del lugar.
Sé que es innecesario decirlo, pero fue uno de los mejores regalos de cumpleaños que he dado en mi vida.
¿Qué te pareció la historia? ¿Crees que la venganza es una buena forma de manera la ira, los celos o la desesperación?
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