Está en alguno de estos rangos: ¿De 1 a 2 minutos? ¿De 3 a 7? ¿De 7 a 13? ¿De 10 a 30?
Que no cunda el pánico si cree que no es digno del Récord Guinness de máxima duración coital.
¿Sabía usted que el chimpancé tiene el récord de rapidez en el acto sexual entre los mamíferos? Lo consuma en solo tres segundos. El ratón necesita de cinco. Los mosquitos solo duran dos. El conejo copula durante 20 y las ballenas y elefantes emplean 30 segundos para el mismo fin.
Quienes baten el récord son las ratas silvestres, que copulan hasta 400 veces en 10 horas. Y qué decir de las tortugas Galápagos, cuyo apareamiento puede durar horas y horas, durante las cuales el macho gruñe y ruge en voz alta, muy excitado, porque espera mucho tiempo (años) para llegar a este momento.
Pero si usted no alcanza el nivel de la tortuga no se preocupe. No hay hombre ni mujer que aguante 30 minutos ni cuerpo que lo resista, según sexólogos como Flavia Dos Santos.
Deje de creer en tanto cuento erótico y en tanta película porno, en el sexo real los seres humanos somos más parecidos a los conejos que a las tortugas.
Y eso no es malo. Según los sexólogos consultados por El País, exceder los 10 minutos puede ser contraproducente, pues ambos miembros de la pareja quedarán exhaustos y el acto se tornará monótono.
Además, la obsesión por el tiempo ideal de duración del coito puede ser nociva para los hombres, ya que cuando se alarga mucho una relación sexual, y tienen problemas para mantener la erección, se cuestionan sobre una posible disfunción eréctil, así no sea el caso.
El hecho de que la persona esté preocupada acerca de cuánto tiempo debe durar el coito puede ser psicológicamente perjudicial por tratar de llegar a una meta que no es razonable. “El sexo consiste en mantener una intimidad con alguien, y no en intentar establecer un récord”, dijo Eric Corty, investigador de la Universidad Estatal de Pensilvania y uno de los autores de un estudio que determina que una relación sexual de 10 a 30 minutos es “demasiado larga”.
En eso coincide la psicóloga especialista en sexualidad, Nerea de Ugarte: “Si cada que voy a tener una relación sexual, sé que se me viene una maratón de media hora y voy a perder una hora de sueño, voy a pensar ‘qué lata tener sexo’, y lo evito”.
Y aunque la pregunta del millón es: ¿Cuál es la duración ideal de una relación sexual? según el sexólogo Ezequiel López Peralta no es de fácil respuesta. “Hay un mito de que las relaciones sexuales deben durar horas y horas, como en una olimpiada. Este estudio que determina lo contrario distorsiona los parámetros de hombres y mujeres, que jerarquizan la cantidad antes que la calidad. No debemos tomar esos tiempos como una biblia del sexo, sino hallar nuestro estilo erótico personal”.
Y explica que cada persona tiene sus preferencias, que pueden variar con una pareja u otra, y en diferentes situaciones.
“En un momento puede dar para un sexo rápido, ya que las circunstancias lo propician. Pero cuando tienes el tiempo y el espacio para otros juegos, la relación se prolonga. Lo importante es que la pareja esté de acuerdo no solo en la duración del coito, sino en su dinámica y calidad”.
“El coito de la gran mayoría de personas está entre los 7 y los 15 minutos, son estadísticas y está bien conocerlas, pero lo importante es que todo es válido en la medida en que ambos miembros de la pareja estén a gusto”, dice María Paz Ruiz, autora de ‘Sexo sin comillas’.
En su libro ‘Los secretos sexuales de Nacho Vidal. Conversaciones con Simón Posada’, el actor porno español dice que la principal queja que “me han dado las mujeres ha sido que los hombres tenemos mucha prisa en el sexo, que les quitamos la ropa tan rápido como si estuviera en llamas. Si follar es una de las cosas más ricas para hacer en la vida, ¿cuál es el sentido de hacerlo con prisa?”.
Luis Eduardo Peña, sicólogo clínico, opina que “en nuestra cultura se concibe el sexo casi como un acto exclusivo de penetración, pero en encuestas con hombres y mujeres prefieren lo que hay alrededor, la ternura, la compañía. Y si bien el orgasmo es un punto importante, para muchos no es lo más importante”.
“Reducir la sexualidad a números es un desperdicio”, dice Flavia Dos Santos. “El tiempo ideal es en el que ambos sean capaces de sentir placer, que encuentren satisfacción y se sientan alimentados sexual y emocionalmente. Si mecanizamos el sexo nos volvemos robots”.
Demasiado corto - 1 a 2 minutos
Una persona que dura poco sufre por mantener la erección. Si este es su caso, puede valerse de algunas estrategias para lograr mantenerse “activo” durante más tiempo. Para los expertos, puede tratarse de un caso de eyaculación precoz.
Adecuada - 3 a 7 minutos
“Lo breve, si bueno, dos veces bueno”, del escritor Baltasar Gracián, es una frase que bien puede aplicarse a la llamada duración adecuada del coito, según la encuesta efectuada a terapeutas sexuales de los Estados Unidos y Canadá.
Deseable - 7 a 13 minutos
Lo ideal parece rondar en este límite pero, de llegar a rebasarse, según los estudios, el cuerpo comienza a experimentar molestias, irritaciones y agotamiento. “Es un promedio razonable.
Ni tanto que queme al santo ni poco que no lo alumbre”, señala el sicólogo clínico Luis Eduardo Peña.
Demasiado largo 10 a 30 minutos
Según Eric Corty, de la Universidad Estatal de Pensilvania y uno de los autores del estudio sobre la duración ideal del coito, “la mayoría de gente cree que nunca es suficiente. Pero a veces el sexo dura demasiado”. La sexóloga Flavia Dos Santos dice que “conlleva a resequedad y laceraciones en la zona genital”.
Lo que dicen los expertos
Uno de los más recientes estudios sobre la duración de la relación sexual, estuvo a cargo de Eric Corty y Jenay Guardiani, investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania. Ellos encuestaron a 50 integrantes de la Sociedad para la Terapia y la Investigación Sexual, que incluye a psicólogos, médicos, trabajadores sociales, terapeutas matrimoniales y de familia, y enfermeras.
El 68 % del grupo encuestado clasificó las cantidades de tiempo empleadas por las parejas para sus relaciones sexuales, desde la penetración hasta la eyaculación, en las categorías: adecuado, deseable, demasiado corto y demasiado largo.
Sobre el estudio, el sicólogo clínico Luis Eduardo Peña tiene sus reservas porque tiene las impresiones de terapeutas sexuales y no de un grupo poblacional que puede mostrar la dimensión real. “En el sexo todo se vale, siempre y cuando ambas partes estén de acuerdo”, señala.
Para la sexóloga Flavia Dos Santos: “Es importante conversar con la pareja y lograr ese acuerdo, saber que los dos no están en una maratón sexual, que no están buscando un sello de calidad en el sexo, que no están buscando que les digan ‘Wao, duras dos horas, eres lo máximo’ Esa no es la idea del sexo. Es importante que los dos tengan claro cuando conversen que lo que buscan es el placer, la satisfacción y que ambos se sientan bien con ese encuentro”.
Los consejos de Nacho Vidal
- En el libro ‘Los secretos sexuales de Nacho Vidal. Conversaciones con Simón Posada’, el actor porno sugiere:
-“Habla con tu pareja con el objetivo de ponerla caliente, para saber por dónde le gusta, cómo le gusta, qué tan rápido o lento le gusta”.
-“Tómate tu tiempo, ve muy despacio al principio y luego, si sientes que ella lo pide, acelera un poco el ritmo. Lo mejor del sexo es antes de correrse (eyacular), por eso intenta ir lo más despacio posible, como si te estuvieras comiendo la última ostra sobre la faz de la tierra”.
-“Ellas aman el romance, la lentitud, han crecido viendo telenovelas y películas donde los hombres deben esperar hasta el final para atraparlas entre las sabanas”.
-“La eyaculación es el final del sexo. Para no eyacular, lo único que hay que hacer es respirar, tener calma e ir despacio, para darle tiempo a tu cuerpo para que se tranquilice”. Y sugiere, además, antes de eyacular, apretar las nalgas, esperar a que el pene haga tres o cuatro palpitaciones, y soltar para continuar el acto.
-Para tener múltiples orgasmos recomienda: realizar ejercicio cardiovascular, llevar una dieta rica en hierro y muchas vitaminas y consumir productos como maní, barras energéticas y pescado. Las comidas antes del sexo deben ser livianas.
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