Hace seis años el médico e inventor canadiense Christopher Charles viajó a Camboya.
Allí notó que gran cantidad de los niños eran demasiado pequeños para su edad, débiles y tenían algún nivel de retraso mental.
Los adultos no la pasaban mejor: sufrían constantes dolores de cabeza y no podían concentrarse en su trabajo.
En ese momento a Christopher se le ocurrió la idea de crear este
pececito de hierro que, según sus cálculos, debería suplir el déficit
de hierro en la dieta de las personas más necesitadas por todo el mundo.
En el mundo cerca de 2 mil millones de personas sufren de anemia por
deficiencia de hierro. Esa es una enfermedad que puede provocar
la muerte.
Es muy fácil resolver ese problema si se consumen vitaminas y los nutrientes necesarios pero por desgracia los habitantes de los países más pobres no tienen acceso a ellos.
El doctor Charles pensó en una solución simple para librarse de ese
problema de una vez por todas: “Sólo hay que agregar el pez a cualquier
comida y hervirlo al menos 10 minutos”.
Esta figura de pez provee hasta el 75% de la dosis diaria de hierro que necesita una persona adulta.
Y puede ser usada durante varios años.
Más de la mitad de los habitantes de Camboya que han usado este
pececito no han tenido problemas de anemia durante los últimos 12 meses.
Pero el Doctor Charles no piensa conformarse con lo que ya ha logrado
por eso planea que más gente tenga acceso a su invento no sólo en los
países menos desarrollados, sino en los desarrollados también.
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