1.- No puede separarse de tus dulces labios.
Si notas que tu chico o chica atrasa la acción y prefiere quedarse un
rato más en el preámbulo, entonces puedes estar seguro que tus besos
lo/la vuelven loco/a . Por lo regular, los hombres no dan más de cinco
minutos a la “acción”, la calentura los lleva a querer empezar con el business.
2.- El ruido no miente.
Si escuchas que gime aunque sea ligeramente cuando están en la esperada sesión de besos, es obvio que le gusta lo que estás haciendo, pero sobre todo cómo lo haces.
Los hombres no son tan vocales con el placer como nosotras y por lo
general sólo hacen ruido cuando están cerca del clímax. Por eso, si
escuchas ruiditos de placer, le estás dando un mini orgasmo bucal.
3.- Se inspira muy rápido.
Le estás dando unos besos suaves y de la nada sientes que algo en él
se endurece, entonces evidentemente tus labios son su afrodisíaco
máximo.
4.- Busca tu boca durante su performance.
Si quiere siempre besarte en pleno acto, es porque de verdad no puede
saciarse con un sólo beso. Y si están en una sesión sexual con la
postura más complicada y aún así hace el esfuerzo para darte un buen beso, eres toda una maestro en el arte de besar.
5.- La pasión lo consume.
Cuando ves que tu galán se vuelve loco y parece que te quiere devorar
la cara en vez de atacar otras partes de tu cuerpo, es porque no puede
resistir tus besos.
6.- Te lo dice abiertamente.
No hay nada como la comunicación directa. ¿Te escribió ese fin de
semana que no se vieron para decirte que extraña tus besos? No lo dudes,
¡eres un/una maestro/maestra en el arte del beso!
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