Has
escuchado mil y un métodos de cómo evitar el cáncer. Que debes alejarte
del microondas, que no comas ciertas carnes, que hagas ciertos
ejercicios…y aunque todos son buenos y pueden ayudar a prevenir la
tragedia, hay algo en especial que todos debemos hacer: un mismo
ingrediente que TODOS deberíamos dejar.
Lo único malo es que es un ingrediente tan común y tan adictivo que es súper difícil: la azúcar refinada.
El
azúcar refinado no solo contribuye a la diabetes, hipertensión y
enfermedades cardíacas: también es de los principales productores de
cáncer…y no se queda ahí.
Según
investigadores de la Universidad de California, San Francisco, el
azúcar aparte de provocar el cáncer alimenta las células cancerígenas
una vez que se han desarrollado.
Una
de las terapias para tratar cánceres y tumores es retirar todo azúcar
de la dieta de los pacientes, para matar de hambre a dicho tumor: si
deja de crecer es MUCHO más fácil que entre en recesión y el paciente pueda curarse.
El
problema es que el azúcar es tan adictivo que la mayoría de los
pacientes tienen problemas dejándolo por completo; y aunque disminuya
mucho su consumo con solo un poco es más que suficiente para alimentar
las malignas células y contribuir a una pronta muerte.
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